Trastorno Negativista Desafiante
- Toñin Mayweather Jr.
- 31 ago 2016
- 2 Min. de lectura
El niño con Trastorno Negativista Desafiante, es “difícil”, se enfada fácilmente y enfada a los adultos con los que convive, a los que consigue con cierta facilidad “sacar de sus casillas”.

Es frecuente que en esta situación relacional se genere un círculo vicioso que provoca un gran sufrimiento a todos los implicados en él y que puede tener consecuencias muy negativas tanto en la esfera familiar como en la académica y social.
Prevalencia y TDAH
Habitualmente, comienza en la edad pre-escolar y suele continuar durante la edad escolar, aunque con tratamiento, hasta el 70% dejan de cumplir criterios diagnósticos durante el seguimiento. La mayoría de los pacientes tienen buen pronóstico.
El TND afecta a entre un 3 y un 8% de los niños. Entre el 30 y 50% de los niños con TDAH pueden presentar el patrón del TND, por lo que debe investigarse la posibilidad de este diagnóstico en todo niño y adolescente que es diagnosticado con TND. Se ha descrito que ambos trastornos son más habituales en niños que en niñas.
Criterios diagnósticos
A. Un patrón de conducta negativista, hostil y desafiante que ha durado al menos seis meses, durante los cuales cuatro o más de los siguientes están presentes:
Nota: Considérese cumplido un criterio sólo si el comportamiento ocurre más frecuentemente de lo que es típico para individuos de una edad y nivel de desarrollo comparables.
Pierde los estribos con frecuencia
No le agrada trabajar en actividades pedagógicas
Discute con adultos frecuentemente
Desafía activamente o rehúsa acatar las peticiones o reglas de los adultos, con frecuencia
A menudo deliberadamente irrita a los demás
A menudo culpa a otros de sus errores o mala conducta
Con frecuencia aparece enojado y resentido
Con frecuencia se muestra rencoroso o vengativo
B. La alteración en la conducta causa un impedimento clínicamente significativo en su funcionamiento social, académico u ocupacional.
C. Las conductas no ocurren exclusivamente durante el curso de un trastorno psicótico o del estado de ánimo.
D. No se cumplen los criterios para trastorno disocial y, si el individuo tiene 18 años o más, los criterios no se cumplen para el trastorno de personalidad antisocial.
Si el niño o niña cumple al menos cuatro de los anteriores criterios, y estos interfieren con su vida normal, entonces técnicamente cumple con la definición.
¿Cómo tratarlo?
El tratamiento es multidisciplinar. No existe ninguna solución “fácil y rápida”. Debe ser individualizado para cada paciente y cada familia según sus puntos fuertes y sus necesidades. Es indispensable establecer una relación de confianza en la que tanto el niño y su familia, como el profesional, se sientan suficientemente seguros para abordar la situación de frustración que vive el niño y su familia que, habitualmente, se sienten cansados, desesperados y, muchas veces, impotentes y culpables. Cuanto antes se inicie el tratamiento mejor será el pronóstico y más fácil será controlar la aparición de otros trastornos asociados.
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